Senderista caminando por el bosque
¿Es bueno tirar residuos biodegradables en la montaña? Rotundamente NO. Tanto por contaminación ambiental (los residuos orgánicos modifican las propiedades del suelo y con ello el equilibrio que muchas plantas necesitan para crecer adecuadamente), como por no modificar el estado salvaje de los animales (hay animales salvajes que comen de todo, y si dejamos comida, favorecemos su supervivencia en contra de la de animales que son más selectivos con la comida), o por simplemente evitar la contaminación visual. Para este último punto tenemos el mejor ejemplo con los lugares que elegimos para mear en la naturaleza (sí, la mayoría vamos al mismo), y que se convierten en vertederos naturales con la cantidad de papelitos que se acumulan.
¿Puedo pasar la noche en tienda de campaña en Ordesa? ¿Puedo bañarme en los lagos de Aigüestortes? ¿Habrá batidas de caza por la zona donde iré a caminar?
Muchas de tus excursiones seguro que van por espaciones naturales protegidos (Parque Natural, Parque Nacional, Espacio de Interés Natural…). Cada uno de estos espacios, tienen una normativa estatal o incluso unas normas particulares establecidas por el organismo que los gestiona (Diputación, municipio…).
Si consultas estas normativas (disponibles en la web del espacio natural), podrás resolver tus dudas sobre si puedes acampar o hacer vivac, si puedes bañarte en el rio o en un lago, si puedes coger plantas, o incluso ver el calendario de batidas de caza programadas.
Llegas al típico camino que va haciendo zigzag por una pendiente, y seguro que en varios momentos ves un senderito sutilmente pisado que sirve de atajo a esas interminables curvas, y una vocecita interior que te dice: «si coges el atajo llegarás antes y estarás viviendo el lado salvaje de la montaña» (sobre todo si es de bajada :-D).
Si una acción es realizada por unas pocas personas, el impacto es insignificante, pero la situación cambia cuando son muchas personas las que hacen la misma acción. Y siendo honestos, en la montaña nunca seremos los únicos que tendremos la idea de tomar ese atajo o de explorar esa zona fuera del camino.
Seguir las rutas señalizadas (postes indicativos, marcas blancas y rojas de GR, hitos…) y no salirse de los senderos marcados, evita que pisada tras pisada el terreno se vaya erosionando y que impactemos en los miles de organismos que pasan desapercibidos para nuestros ojos. Además, salirte de dichas rutas facilitará que te desorientes e incluso adentrarte en terrenos privados.
Cuando caminamos por el bosque es difícil no hacer ningún sonido, ya sea el de nuestras pisadas, o al ir hablando si vamos en grupo. De cara a los animales que hay por el entorno en el que caminamos, es muy importante que hagamos algo de ruido, ya que así se enteran de que estamos ahí (mucho antes de que nosotros les podamos oir o ver) y están tranquilos de que no somos un predador que se acerca sigilosamente.
Sin embargo, para ello tampoco hace falta ir gritando o llevar la música del móvil a tope, ya que podríamos provocar una contaminación acústica, que interferiría en la comunicación entre animales (como el canto de los pájaros para atraer a las hembras).
En algunas ocasiones que vamos caminando por senderos estrechos, en los que solo puede pasar una persona a la vez, nos encontramos con que viene de frente una bici. O si estamos subiendo por una zona rocosa o equipada ayudándonos de las manos, vemos que vienen bajando otras personas. ¿Quién tiene preferencia?
Aunque no hay una normativa que indique quién tiene la prioridad, si que existen unos reglas no escritas que se han ido extendiendo en el mundo de la montaña en cuanto a prioridades de paso:
¿Tienes algunas buenas prácticas que suelas aplicar en la montaña y de la que veas que la gente no es consciente? ¡Compártelas en nuestras redes sociales!
Bibliografía
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